Las 3 Teorías de la Renta de García Mullin



Teoría de la Renta/Producto

La teoría de la renta producto se basa en la noción de "producto periódico" derivado de una fuente duradera en explotación. Esta concepción define la renta como enriquecimientos que cumplen ciertos requisitos: deben ser productos, provenir de fuentes duraderas, ser periódicos y estar habilitados para su explotación.

Requisito de Producto: La renta debe ser una riqueza nueva separable de la fuente que la produce. No se considera renta el aumento del valor de un bien o el crecimiento de recursos naturales.

Fuente Duradera: La fuente productora de la renta es un capital capaz de proporcionar ingresos a su dueño. Debe ser duradera y mantener su capacidad de repetir en el futuro el acto de producción.

Periodicidad: La renta debe ser periódica, aunque la repetición en los hechos no sea necesaria. Basta con que la fuente tenga la capacidad de producir periódicamente si es habilitada nuevamente.

Explotación de la Fuente: La fuente debe ser habilitada racionalmente para producir renta, lo que excluye enriquecimientos no relacionados con actividades productivas.

Realización y Separación: Existe discusión sobre si la renta producto requiere la realización y separación efectiva del producto de la fuente. Aunque se acepta que la realización es una forma común de consolidar la riqueza nueva.

Renta Neta: La renta debe exceder los costos y gastos para su producción y mantener la fuente en condiciones productivas.

La teoría de la renta producto busca delinear criterios precisos para categorizar y gravar adecuadamente los enriquecimientos. A través de sus requisitos, busca garantizar que la renta se origine de fuentes genuinas y sostenibles, evitando la inclusión de incrementos de valor o ganancias no relacionados con una explotación productiva.

Teoría del Flujo de la Riqueza

El concepto amplio de renta tributaria considera como tal la totalidad de los enriquecimientos provenientes de terceros hacia el contribuyente en un período determinado. A diferencia de la renta producto, este enfoque no exige que provengan de una fuente duradera ni implica su periodicidad. Incluye varios tipos de ingresos:

1. Ganancias de Capital Realizadas: Ingresos derivados de la venta de bienes patrimoniales, siempre que la realización de esos bienes no sea parte de una actividad lucrativa habitual. Aunque no cumplen con los requisitos de la renta producto, se consideran ingresos regulares.

2. Ingresos por Actividades Accidentales: Entran aquí los ingresos originados por una habilitación transitoria y ocasional de una fuente productora, sin involucrar una organización continua de actividades con fines lucrativos.

3. Ingresos Eventuales: Ingresos dependientes de factores aleatorios, como premios de lotería o juegos de azar. Dado su carácter impredecible y no vinculado a fuentes duraderas, no encajan en la categoría de renta producto.

4.Ingresos a Título Gratuito: Incluye transmisiones gratuitas de bienes tanto por actos entre vivos (regalos, donaciones) como por causa de muerte (legados, herencias).

En este concepto de "flujo de riqueza", la clave para definir la renta radica en que los enriquecimientos fluyen desde terceros hacia el contribuyente, independientemente de su origen. Aunque no requiere que los enriquecimientos sean productos de fuentes duraderas, sí demanda que haya operaciones con terceros. Esta característica diferencia esta perspectiva de la renta del enfoque que se describirá a continuación y excluye aumentos de valor que no involucren operaciones comerciales, así como consumos personales sin intercambios económicos.

Teoría del Consumo + Incremento Patrimonial

Este enfoque doctrinal de la renta se centra en el individuo y busca abarcar la totalidad de su enriquecimiento a lo largo de un período. A diferencia de la concepción de la renta producto, donde se enfatiza la producción y la consideración objetiva de la fuente, aquí el énfasis recae en el flujo de riqueza desde terceros hacia el contribuyente. En este criterio, el individuo es el elemento central, y su capacidad contributiva se evalúa a través de las satisfacciones obtenidas durante el período, ya sea en forma de consumo o aumento patrimonial.

Las satisfacciones pueden manifestarse como consumo o incremento patrimonial al final del período. El concepto se basa en la suma algebraica de lo consumido y los cambios en el valor del patrimonio durante ese lapso. Por ejemplo, si alguien comienza el período con 100 unidades, consume 60 y termina con 120, su renta es de 80, reflejando su capacidad para consumir y aumentar su patrimonio.

En contraste con la renta producto y el flujo de riqueza, este enfoque se centra en las variaciones patrimoniales y los consumos como indicadores de capacidad contributiva. Las variaciones patrimoniales positivas, independientemente de su origen (físico o económico), se consideran renta. Esta perspectiva difiere de la renta producto, que no considera variaciones de valor no realizadas.

Los consumos también son esenciales en esta teoría. Si alguien no consumiera durante el período, su renta sería la acumulación patrimonial final. Al consumir, destruye bienes económicos y el valor de esos consumos se suma a las variaciones patrimoniales para calcular la renta total.

Este enfoque amplio de la renta incluye tres tipos de situaciones:

1. Uso de Bienes Durables: El individuo obtiene satisfacciones al consumir bienes durables adquiridos con anterioridad. Esto incluye la casa habitación, automóviles, yates, entre otros.

2. Bienes y Servicios Auto-Producidos y Consumidos: Cuando el individuo produce bienes o servicios y los consume personalmente, se considera una forma de renta. Ejemplos incluyen agricultores que consumen sus propios alimentos y dueños de negocios que retiran mercaderías para su consumo personal.

3. Consumos de Bienes y Servicios Producidos por Terceros: Los consumos regulares de bienes y servicios producidos por terceros también forman parte de la renta en este enfoque.

En resumen, este concepto de renta se enfoca en el individuo y evalúa su capacidad contributiva a través de las satisfacciones obtenidas en forma de consumo y cambios patrimoniales. Los consumos, incluyendo el uso de bienes durables y bienes auto-producidos, así como los consumos regulares de terceros, son considerados indicadores relevantes de renta en este contexto.


Comentarios

Entradas populares